Hélices Transversales

La hélice transversal es el elemento de propulsión lateral destinado a las maniobras, generalmente esa propulsión va ligada a las toneladas de desplazamiento lateral que puede soportar en base a una resistencia determinada por la misma embarcación (área lateral de la obra viva expuesta a la resistencia al avance transversal).

El tipo de hélice transversal más conocida es la hélice de proa. En una instalación nueva de una embarcación, que previamente no tuviera; es fundamental estudiar bien cúal es la indicada, algo tan sencillo como eso puede solucionar muchos problemas a la larga.

Como todo elemento situado en la obra viva, está sujeta al deterioro por electrolisis por ello es fundamental su protección (véase cambiar ánodos de zinc).

Los problemas que pueden surgir, además del citado en el párrafo anterior, son originados por la pérdida de aceite ATF (aceite hidráulico). Esto puede ser debido a un mal estado de los retenes. La pérdida de aceite en gran cantidad puede afectar a los piñones, conllevando ésto a la necesidad de sustitución del núcleo de los ejes de las hélices.

Los motores de las hélices transversales son motores, generalmente eléctricos, que funcionan a 12 o 24 voltios, protegidos por reles y fusibles (éstos dependerán de los amperios del propio motor). Situados en las sentinas o salas de motor, suelen estar protegidos para evitar deterioros.

El mantenimiento de estos sistemas de propulsión es sencillo:

  • Repintar en caso de aparición de óxido (véase Pintado de motor).
  • Mantener el aceite ATF en buen estado y respetando el nivel del depósito, si se observa agua en el aceite hay que cambiar los retenes y el mismo aceite; además de ello es conveniente cambiarlo cada 10 años.
  • La parte del sistema en contacto con el agua, como se ha dicho anteriormente, proteger con ánodos Esa estructura sumergida debe ser protegida con patente (véase Pintar antifouling) o esmalte (véase Pintado de colas).

Un buen mantenimiento evita grandes reparaciones