Pintar antifouling

El antifouling es un producto destinado a la protección del casco, de esta manera repele los organismos vivos existentes en el mar que se adhieren a la superficie que está directamente en contacto con el agua. Existe gran cantidad de casas o fabricantes de este tipo de pintura, no obstante todas ellas se ciñen a una serie de clases:

Resinas epóxicas: tienen pigmentos para dar color al producto y biocidas como óxido de cobre. Curan por evaporación y tienen un secado rápido, alcanzando una terminación dura y razonablemente suave. Son compatibles con la mayoría de las otras pinturas, por lo que pueden aplicarse sin mayores problemas sobre las ya existentes. Son muy resistentes a la abrasión y se adhiren bien. Dada su dureza, son difíciles de remover y pierden progresivamente su efectividad si la embarcación esta en dique seco. En compensación tienen una buena durabilidad (de un año a dos en el agua). y son las más efectivas en áreas con alto grado de incrustación. Son apropiadas para veleros de crucero y embarcaciones a motor. Si el casco es de aluminio, el óxido de cobre puede ser incompatible por problemas de corrosión y por ello se debe consultar con el fabricante de la pintura.

Al ser resinas con base de epoxy la retirada de la misma es muy complicada debido a la dureza de la misma. En el momento de decaparse (véase decapación de fondos) suele dar muchos problemas y su coste suele ser más elevado, además de reducirse las maneras de la realización del mismo.

   Autopulimentable: Aprovechan el efecto de la abrasión producida por el agua sobre la superficie del casco en movimiento, lo cual les permite presentar siempre una capa activa de biocida hasta su total desgaste. Su efectividad no disminuye si la embarcación permanece en seco para reparación.

   No son recomendables para acabados extremadamente lisos y deben evitarse el cepillado pues les disminuye el espesor rápidamente. Son de uso apropiado en veleros de crucero y embarcaciones a motor,  y de uso frecuente.

   La necesidad de la decapación del antifouling se retrasa más en el tiempo debido al ya mencionado desgaste por friccción.

Una embarcación que permanece en el agua un período no superior a 7 meses un capa de antifouling sería suficiente, de lo contrario es recomendable una segunda capa.

   Matriz dura: No son solubres y forman micro poros por donde se liberan los biocidas. Son más resistentes a la fricción y abrasión, pero una vez terminado el efecto protector, el aspecto que presentan es el mismo que tenían antes de que la embarcación fuese botada. Pueden tener teflón entre sus componentes, lo que reduce la fricción. Si bien son muy recomendables para las embarcaciones a motor o vela, tienen incompatibilidad con la mayoría de los otros acabados y pierden efectividad cuando se saca el barco a tierra. Antes de aplicar una nueva capa de resina se debe quitar la anterior.

   Vinílicas: Han sido superadas por nuevas tecnologías. Se utilizaban para obtener una película dura, suave y de mínimo rozamiento. Son incompatibles con cualquier otra sustancia que no sea de base vinílica.

   Cuando dos antifoulings tienen diferentes bases y no se tiene ninguna información sobre la original, se puede establecer una capa intermedia con base alumínica que aísla los componentes cuprosos de las mismas.